viernes, 8 de marzo de 2013

De toda confianza

¿Alguien se acuerda del anuncio de Viajes Marsans en el que aparecía Ramón García -que si lo dice él, sería cierto- y nos afirmaba que eran "de toda confianza? ¿Y el anuncio del recientemente desaparecido Vibo  en donde unas mangueras, un bolso y un grifo nos cantaban con una sonrisa "disfrutaré (¿Cómo disfruta un grifo o una manguera?), disfrutarás"?
 

A la vista salta que eran de poca confianza y ciertas personas más que disfrutar(bueno, los grifos y las maletas aún no responden) lo único que han conseguido es perder su dinero, su viaje y sus ilusiones.
Lo más triste de las caidas de estas macroempresas que movían miles de millones (y debían más aún) es que con las supuestas superofertas y la falsa confianza que se supone que da una empresa grande (¿Cómo va a caer Marsans o Vibo con lo que facturan?) la gente pasaba por delante de las pequeñas agencias ciegamente e iban directamente a estos grandes monstruos (ahora serián Halcón o Corte Inglés, que ¿cómo van a caer con lo que facturan?) a comprar una semana de ilusiones con los ahorros de toda su vida.
 
Quisiera aclarar antes de seguir que en ningún momento me estoy refiriendo a sus trabajadores, de los cuales conozco a muchos de ellos y son profesionales como la copa de un pino. Muchos de ellos hechos en pequeñas agencias independientes (como mi amiga Maika de El Puerto y que tuvo que sufrir las consecuencias de la ineptitud -por no llamarla delincuencia- de sus grandes jefes) y que solo han hecho lo que les han ordenado: "apaga y vámonos". Eso si, lo de pagarte el sueldo... Pues ponte a la cola.
 
Nosotros, los microempresarios -y como sigamos así seremos "nanoempresarios"- no nos podemos permitir el lujo de estos anuncios, de pagarle a Ramón García para que lea un texto en el que diga lo "Güenagente" que somos o hacer hablar a los grifos y las maletas; tenemos que depender de que la gente se sienta en nuestra oficina como en una reunión de amigos que le aconsejan y hasta le hacen cambiar de opinión sobre el destino y las formas de viajar; que tenemos que sacar las cuentas al último céntimo para poder competir con las ofertas, regalos y descuentos  (cualquiera lo hace si luego no paga) tendríamos que ser más de confianza que ninguno.
 
Y aún más. Cada agencia de viajes (las de verdad, las que tenemos un título-licencia en nuestros escaparate) necesita para abrir sus puertas un aval de 60.000 € ante la Comunidad Autónoma (en mi caso la Junta de Andalucía) que pagaría los daños que pudiera ocasional mi desatención al público o incluso mi quiebra. Una macro agencia con más de 6 sucursales solo debe presentar un aval de 3000€ (un viaje al caribe) por cada una de ellas; los 60000 los paga por la central y 5 sucursales (10.000€ o 3 viajes al caribe por cada una) ¿Alguien puede creer que una pequeña agencia independiente puede dejar un boquete de 60.00€?
 
"Dime de qué presumes y te diré de qué careces" reza el refrán. Por eso si alguien te dice que es "De toda confianza" ya tienes la experiencia que te tienes que echar a temblar.
 
Por cierto, unas noticias de hoy mismo, que hablan de millones d eeuros como si fueran calderilla:
Eroski, Carrefour y Alcampo no logran rentabilizar sus agencias de viajes
 
 

viernes, 23 de noviembre de 2012

Cambia, todo cambia... O tal vez no tanto

El pasado día 3 de Noviembre Manuel Escarcena, mi padre, hubiese cumplido 78 años y al menos 50 años en turismo. Es evidente que a estas alturas y haciendo nada más que 7 años y medio que se nos fue -dejando huérfana esta profesión, sin duda- no hubiera podido estar aquí, sentado tras la pantalla de un ordenador: Sus armas eran el teléfono, el fax, la simpatía y la profesionalidad, los ordenadores eran algo extraño, prescindible. 
Aún a pesar de ello yo, en sus oficinas, descubría la magia día a día. Había una puerta, recuerdo, en Viajes Wasteels de Buenos Aires, hace ya más de 35 años, que tras ella habitaba una máquina de escribir mágica. "Eso es el Telex" me decía y me trataba de explicar que lo que escribía lo estaba tecleando otra persona a muchos kilómetros de allí... Entonces ponía en un costado una cinta de papel y otra vez la máquina a escribir sola... "Esto estaba ya escrito de antes"
Cuando volvió a su tierra natal y siguió trabajando en lo que le apasionaba, el turismo, ya no había máquinas mágicas, salvo el fax, la impresora de margarita y el teléfono; porque el bolígrafo, que era el utensillo de trabajo por excelencia, no creo que pueda considerarse mágico.

Hacer un billete de avión era, para empezar, soportar la espera de que te atendiera una niña de Iberia (no éramos IATA, no teníamos GDS -Amadeus-) pudiéramos hacer la reserva , darle el número de billete y luego a escribir. Eso si, los billetes costaban lo mismo en cualquier agencia o en el mismo aeropuerto y estaba reservado para quien no tuviera más remedio que viajar. Obsérvese que en el billete Melilla - Málaga - Barcelona con descuento de residente el pasajero pagó 18360 pesetas en el año 1993 que serían 110,35 €. Sacad cuentas cuánto vale ahora, 19 años después.
Aquellas eran épocas de "dime dónde quieres ir, que yo te lo monto", llamadas internacionales, confirmaciones por fax llegadas desde los lugares más insólitos del mundo.

Hoy día, uno que lleva 27 años familiarizado con los ordenadores, que saber ya utilizar todo tipo de compra online, que accede en segundos a inforación que otrora llevaría días y hasta semanas obtenerla, trata de mantener ese espíritu de compartir desde detrás de este escritorio el viaje que está montando para el cliente. "Empatía" que le llaman y que cada día anda más escasa. Ponerse en la piel de la persona que me cuenta su fantasía, adaptarla y hacerla realidad. Buscar qué mayorista es la mejor (aunque ya cada día, salvo honrosas excepciones, se parecen todas. Ninguna ofrece una seña distintiva, ese detalle que haga que uno definitivamente se decante por ella) o, si no lo tueviera una mayorista, buscar el vuelo, el traslado, el hotel, la excursión, etc. Eso si, con las vetajas de herramientas que mi padre no sospecharía que puedan existir.
Toda mi experiencia y la que me haya podido transmitir Manuel Escarcena hacen que pueda recomendar un hotel aunque "Tripadvisor" le ponga 40 comentarios pésimos; hacen que mis clientes puedan viajar sin problemas con Ryanair o Easyjet; que tengan cualquier asistencia en destino, desde traslado, coches de alquiler, excursiones... Pero lo que creo más importante: un número al que llamarme y decirme el problema con el que se han encontrado y que no se encuentren desamparados en cualquier hotel, aeropuerto o ciudad del mundo y, obviamente, solucionarlo siempre que se pueda.
Esa sigue siendo la esencia de este trabajo, lo que lo mantiene -y nos mantiene- aún detrás de estos escritorios o mostradores y que creo que nunca podrá cambiar internet y una tarjeta de crédto

jueves, 13 de noviembre de 2008

Low Cost

Unos 700 españoles abandonados por Ryanair en el aeropuerto Ciampino Roma, convertido en un caos


Creo que es bien conocidos por todos este asunto que ha ocurrido la semana pasada. También es bien conocido las estrategias de desprecio que suele utilizar esta compañía irlandesa para con las agencias de viajes (habitualmente suele ir contra las online, pero siempre se dirije como "las agencias de viajes" y no especifica ninguna).

La estrategia de esta compañía es crear follón para conseguir salir gratis en los periódicos, aunque últimamente y según lo que he ido detectando en mis clientes el tiro le está saliendo por la culata.

Lo de cancelar los billetes emitidos por las online más que publicidad ha causado pánico.



"¿Y si falla el sistema y anula mis billetes, qué hago tirada en Londres?"


"Es que no sé con quién he sacado los billetes, yo sé que los he sacado por internet"


Ahora se encuentran estos señores que compran sus billetes con que pasan tres kilos de ellos, que no se hacen cargo de cambios y cuando asumen su responsabilidad (estos no tienen el argumento de "la culpa es de la agencia" a menos que quieran echarle la culpa a Toshiba, ACER o HP, ya que hicieron la reserva a través de ellos) hacen cambios a vuelos sin disponibilidad y olvidate que te paguen hoteles y gastos. (ahora creo que han dicho que se iban a hacer cargo, aunque eso lo tendré que ver)



Hay muchas personas que a lo que más temen es al desamparo, encontrarse solo en un sitio desconocido, tal vez sin dinero, sin poderse informar o asesorar por no hablar la lengua y más si la persona que supuestamente debe dar la cara por la empresa es una pobre becaria con la lección aprendida para echar balones fuera.

Los agentes de viaje aún tenemos ese servicio a favor. Un teléfono, una voz conocida y, aunque no seamos magos, siempre podremos hacer mucho más desde nuestra oficinas que un cliente perdido en el aeropuerto de Ciampino.

Hay muchas online que venden seguros a través de sus webs que pueden llegar a los 20€... ¿Cuánto vale el seguro de apoyo de un agente de viajes? ¿Los 15 o 20 € más de fee (gasto de emisión) que puede cobrar, y a veces hasta menos?

La búsqueda, la experiencia y el tiempo de un profesional deben valer algo y el respaldo de un viaje sin sobresaltos creo que no tiene precio.